El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aseveró este viernes que la Mayor de las Antillas hace frente a una compleja situación económica, pero su Gobierno y su pueblo continuarán luchando para sobreponerse a ella y retomar la senda del crecimiento y el desarrollo.

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Cuba se moviliza este viernes contra la guerra económica y la política hostil de EE.UU.

Durante la clausura de los debates de la Asamblea Nacional, el jefe de Estado expresó certezas de que un día vencerán el bloqueo económico, comercial y financiero de los EE.UU. y la inclusión en la lista de países que patrocinan el terrorismo, pero la realidad es que aún permanecen bajo los efectos de ambas agresivas medidas. Es el estilo de los imperios: aplicar castigos colectivos y extenderlos en el tiempo, dijo.

Destacó el heroísmo del pueblo cubano, corroborado en el trabajo creador de sus ciudadanos. Valoró que las 130 visitas realizadas por autoridades cubanas a los municipios permitieron apreciar y socializar buenas experiencias de trabajo y resultados para que se conviertan en referentes.

Expresó que no debe subestimarse el peso de las circunstancias globales en el desempeño económico nacional, mas recalcó que ello obliga a la dirección revolucionaria cubana a un ejercicio más responsable y autocrítico, para maximizar resultados y reducir los obstáculos que impidan el avance.

Reiteró lo expresado durante la clausura del IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (13 de diciembre): «Sí hay bloqueo, sí se ha recrudecido (…), sí existe guerra económica, sí nos desprecian, sí nos intoxican vulgarmente, obscenamente y cargados de odio en las redes sociales«. Pero contamos también, y es lo más importante, con un pueblo heroico y digno. Y venceremos siempre mientras ese heroísmo crezca y tengamos unidad para preservar la independencia, la soberanía y la justicia social, manifestó.

Detalló que la prioridad en el trabajo del Gobierno ha sido atender la situación económica. Reconoció que los resultados aún son insuficientes, pero no estamos cruzados de brazos, dijo.

Trasmitió que empiezan a verse señales alentadoras, como una mejor producción agrícola este año, volúmenes de siembre más altos (los mejores de los últimos diez años), la reducción del déficit fiscal con trabajo sistemático y rigor técnico, y la estrategia que se pone en práctica para ampliar el uso de energías renovables y mejorar el sistema electroenergético nacional.

Sobre esta, explicó que permitirá hacer un mejor uso de los combustibles y destinar una parte significativa de ellos a la producción nacional de bienes y servicios, con lo cual se prevé reducir importaciones. Mencionó que se aprobó un esquema de financiamiento en divisas para ampliar la producción de petróleo y gas.

Instó a avanzar en la estabilización macroeconómica, en la disciplina tributaria, en encadenar al sector estatal con el no estatal para tributar al desarrollo nacional, así como aprovechar potencialidades para promover exportaciones de bienes y servicios.

Diálogo con EE.UU.

Destacó que Cuba sigue dispuesta a dialogar con EE.UU. en condición de respeto e igualdad, y que rechazará cualquier intento de injerencia en sus asuntos internos. En paralelo, continuará abierta a relacionarse con el pueblo de los EE.UU. tratando de esquivar las duras prohibiciones que la Casa Blanca impone a sus propios ciudadanos para impedir que conozca la verdad sobre la nación caribeña.

Apreció que en el Gobierno entrante de EE.UU. tendrán gran influencia políticos con una agenda muy agresiva contra Cuba. Nos hemos ido preparando con tiempo para ello, remarcó.

Dejó claro que Cuba no teme a las amenazas de sectores que se regocijan con la llegada de la nueva Administración. Denunciaremos esas amenazas y les haremos frente sin perder de vista la prioridad de desarrollarnos, puntualizó.

En referencia a la Administración entrante, también manifestó que los nuevos halcones hablan de la paz a través de medidas de fuerza y desprecian la diplomacia como vía para relacionarse con otras naciones soberanas.

En primera línea contra injusto orden mundial

Criticó el irracional modelo consumista impuesto por el capitalismo, que ha llevado al mundo al peligro de extinguirse. Seguiremos insistiendo en el desarrollo de un modelo humanista, justo y responsable con el medioambiente, enfatizó.

El mundo debe encaminarse a un orden internacional justo, equitativo y de paz, que respete la igualdad entre naciones, promueva el desarrollo sostenible, ponga fin a las inequidades, al uso de la fuerza y a la imposición de medidas restrictivas unilaterales.

Valoró que el escenario internacional es altamente preocupante, con una seria amenaza de conflagración nuclear por la agresividad de EE.UU. y la OTAN.

Rechazó el genocidio sionista contra la población palestina, la agresión contra Líbano, el intento de desmembrar a Siria y la intención israelí de rediseñar por la fuerza el mapa de Oriente Medio con la complicidad de EE.UU. y otras naciones.

No pudieron aislar a Cuba

Díaz-Canel expresó que a pesar del intento de aislar a la mayor de las Antillas, Cuba fue admitida este año como país asociado del grupo BRICS, lo cual le abre nuevas oportunidades comerciales, de inversión y de cooperación.

Agregó que la nación caribeña continuó fortaleciendo sus relaciones bilaterales con Rusia, Vietnam, China y Laos, así como con Venezuela y otras naciones que forman parte del ALBA-TCP. Significó que el país mantuvo su compromiso con la paz en Colombia y su labor como garante de paz.

Destacó el repudio generalizado por la comunidad internacional del bloqueo estadounidense y que muchos países también exigieron a Washington sacar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo.

Entre otras ideas, el Presidente cubano destacó el papel de la Asamblea Nacional del Poder Popular como espacio de las más pura democracia, donde no caben ni el racismo ni regionalismo. “Los integrantes de esta Asamblea se parecen a su pueblo”, ensalzó.

Al retomar la actitud ejemplar de sus compatriotas en el año que concluye, manifestó que «con ese heroísmo multiplicado marcharemos frente a la Embajada norteamericana en La Habana para defender nuestra unidad, nuestra independencia y nuestro socialismo. No marchamos contra el pueblo de Estados Unidos. Marcharemos para rechazar el bloqueo y exigir la salida de la lista de patrocinadores del terrorismo. Con la historia que nos precede y el pueblo que tenemos, la única alternativa es pelear hasta la victoria siempre«, concluyó.

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